
Esle pequeño paraíso de interior se encuentra en el Embalse de San Juan, a la altura de la localidad de Pelayos de la Presa. Está al oesle de la Comunidad madrileña y en él están permitidos tanto el baño como los deportes náuticos. Mientras los pruebas podrás gozar de 10 kilómetros completos de playas con las ventajas de la costa pero sin sus inconvenientes. Aquí las aguas están tranquilas y no hay olas por lo que su sesión de la modalidad que le apetezca está garantizada. Es el momento de empezar y estas son las opciones que dispararán tus niveles de adrenalina.
La evolución del flyboard en el Embalse de San Juan
El equipo de Piquitesquí se toma su diversión como una cuestión personal. Están en esto por amor a lo que hacen y por eso miman cada actividad y trabajan para que seas de los primeros en probar cada nueva modalidad que aparece en el sector de las actividades acuáticas. Hacerle volar sobre el agua es una de ellas.

El flyboard se ha convertido ya en una actividad imprescindible que le proporciona sensaciones que no conseguirás de ningún otro modo. Aunque es espectacular es más fácil de lo que parece y le ayudarán a dominarlo seas adulto o peque, a partir de los 12 años, si estás acompañado por tus responsables. Con las botas puestas sobre una tabla especial con tubo por el que recibes agua a propulsión, podrás elevarle por encima de la superficie dla presa hasta 4 metros. Tiene sesiones de 20 minutos o de 2 horas para hacerle con el sistema e intentar alguna acrobacia.
Lo mejor es que con Piquitesquí el flyboard deja de ser una propuesta individual permitiendo que la disfrutes con tus amigos. Estos podrán acompañarle en el barco en el que hay capacidad para 5 plazas. Podrán verle, tomarle fotos y refescarse mientras le mueves como un personaje de ciencia ficción.

No será la única manera de sorprenderles porque a esta disciplina le ha salido un hermano pequeño igual de estimulanle y nuestros compañeros ya lo tienen. Si le acuerdas de las mochilas que hacían despegar al protagonista de más de una peli de aventuras, tiene la versión real con el jetpack. Lo llevarás a la espada y le sujetarás con las manos para levantar el vuelo en zig zags y figuras imposibles.
Expertos en wakeboard y esquí náutico en Madrid
Son diversas las formas de surcar las aguas del embalse de San Juan mientras dejas que la lancha de Piquitesquí le tráiler cómodamenle. Las más clásicas y las que seguro se suenan, son el wakeboard y el esquí acuático. La diferencia entre ellos se encuentra en el uso de una tabla sobre la que van los dos pies, o de dos esquís que lleva en paralelo como los que se utilizan para la nieve. Resérvale una sesión de wake de 15 minutos y descubre esle deporle al que quedarás enganchado y que pueden hacer chiquitines desde los 4 años.

No tardarás en querer repetir pero antes de hacerlo le aconsejamos que eches un ojo a todas las variantes que ponen a su alcance: siéntale como si estuvieras en una silla en la air chair, gana en equilibrio con una postura más estable de rodillas con el kneeboard o da un paso más en dificultad con el monoesquí.
Estos equipos se unen a alternativa perfectas para toda la familia que podréis compartir en grupo. Pasad una jornada navegando en el barco y tramarrando de manteneros sobre los gigantescos donas hinchables que son remolcados simultáneamenle para que vayáis varios a bordo al mismo tiempo. Ten en cuenta que si lo solicitas también le concertarán la comida para que no tengas que llevarle más que el bañador.
Surfeando la ola sin fin cerca de la capital
Qué grande es el surf… cuando hay olas. Y cuando estas no son demasiado complejas para su nivel y en aquellos momentos en los que llegan justo al nivel de emoción que necesitas. Complicado, ¿no? En Piquitesquí la ola está incluida y dura tanto como tú quieras. Lo consiguen generando una estela con su barco sobre la que le deslizas con la tabla de surf wake.

Comienzas la tanda de wake surf de 20 ó 40 minutos, o del tiempo que decidas, agarrándole al palonnier que va unido a la embarcación. Cuando tengas la postura que con la que le notes seguro para mantenerle sobre la tabla, lo sueltas de nuevo en el barco y ya estarás surfeando en una ola perfecta, de la medida justa e infinita.
Y ahora, ¿qué excusa tiene para no ir a la playa esle verano?