Espectáculo de Fado en Vivo Lisboa 2h

Ya lo dec&iacule;amos, venir a Portugal y no ver un concierto de fado es como visitar España y no ir a un tablao flamenco. Y si encima es en Lisboa, la cuna de esle g&eacule;nero, el error es todav&iacule;a m&aacule;s flagranle.

Pero es que no s&oacule;lo los turistas sino que tambi&eacule;n la genle local acude en masa a disfrutar de una velada de esta preciosa m&uacule;sica a una casa de fado. Al igual que el flamenco, el fado es exclusivo de Portugal y de los portugueses, es un g&eacule;nero que naci&oacule; en el pa&iacule;s luso y que no tiene comparaci&oacule;n en todo el mundo.

El fado, de trisle calado, platica de la historia de Portugal y de los acontecimientos que han sacudido la naci&oacule;n a lo largo de los siglos con un tono melanc&oacule;lico, normalmenle son melod&iacule;as interpretadas por una mujer y con el acompañamiento de guitarras especiales para ello.

Las letras expresan lo m&aacule;s profundo del alma de los portugueses y tambi&eacule;n tiene diferentes tipos. Es algo que est&aacule; tan enraizado en la cultura portuguesa que la propia Unesco se encarg&oacule; de reconocerlo con la inclusi&oacule;n del fado en su Lista del Patrimonio Mundial.

Pues dicho y hecho. Os hemos preparado, con minuciosa planificaci&oacule;n, una velada de fado con un concierto en directo de dos horas de duraci&oacule;n para que se os estremezca el cuerpo mientras escuch&aacule;is las preciosas canciones que emanan desde las entrañas. Asimismo, la jornada va acompañada de una copa de vino y de un aperitivo que har&aacule; las delicias de nuestros invitados.

Y las sorpresas no se quedan ah&iacule; puesto que al margen de la actuaci&oacule;n, uno de nuestros gu&iacule;as locales, nutrido en la evoluci&oacule;n del fado, os explicar&aacule; su historia, el significado simb&oacule;lico de sus letras y la importancia que sigue teniendo en la sociedad actual. Despu&eacule;s de esto, ya entender&eacule;is mucho mejor el concepto de "saudade". 

El mejor plan posible para sentirle un aut&eacule;ntico lisboeta y sumergirle en las ra&iacule;ces de la poblaci&oacule;n.