Un paraíso de sensaciones

Al planificar un viaje de buceo lo que tenemos que tener en cuenta es que tenemos que ir a un lugar que nos llame la atención tanti fuera como dentro del mar. De esta forma, nos aseguraremos que aprovecharemos el tiempo al máximo.

¿Qué decir de las Islas Seychelles? El primer impacto se produce al bajar la escalerilla del avión y entrar en contacto con el clima de estas latitudes. La atmósfera cálida y húmeda cargada de un sugestivo aroma de flores, que al principio puede agobiar, pasará a ser otro de los alicientes del viaje. Cuando llega la noche y la tierra, cansada por el tórrido calor del día, despide una ligera brisa hacia el mar, el aire rebosa de perfumes y olores de su maravillosa vegetación.


Descubre las aves de las Seychelles


Las distancias en Mahe, la isla principal del archipiélago, son cortas y en un día podemos conocer los sitios más hermosos e interesantes. Además de visitar su capital, Victoria, podemos nadar en algunas de las numerosas playas que surgen a uno y otro lado de su geografía.

Cualquiera que elijamos será espléndida, desde Tamanaka en el sur, hasta Beau Vallon en el norte, pasando por la bella y salvaje Grand Anse al oeste. Largas extensiones arenosas o grandes formaciones graníticas se van alternando a orillas del mar sin interrupción acompañadas siempre por la omnipresente vegetación que muchas veces irrumpe en el agua.

El mar que baña estas fantásticas playas es cálido, transparente y casi siempre tranquilo, ya que en determinadas épocas del año y en ciertas playas se forman grandes rompientes a causa de las fuertes mareas y corrientes.

El verdadero protagonista: el mar


Pero, a pesar de la belleza terrestre, el mar es el verdadero protagonista de la aventura en todo el archipiélago y el que baña las Seychelles es uno de los más bellos del planeta. En el puerto de Mahe se pueden encontrar diversos tipos de embarcaciones, todo dependerá de a dónde pensemos llegar y cuánto estemos dispuestos a pagar. El medio más económico para trasladarse de isla en isla es el que nos brindan los pequeños barcos de cabotaje que, diariamente, conectan la capital con las islas del archipiélago.

Los fondos alrededor de Mahe no pueden ser calificados de excepcionales, ya que suelen ser fondos rocosos sin la exuberante belleza del arrecife coralino. Son como una prolongación de la tierra firme, enormes bloques de granito totalmente desprovistos de cobertura vegetal y cubiertos, de tarde en tarde, por raquíticas formaciones madrepóricas.


Un paraíso terrenal


Pero para paliar esta falta de atractivo, la fauna que existe es increíblemente rica y variada. Los peces se cuentan por millares, ya sea en nutridos bancos o en pequeñas formaciones, demostrando una tranquilidad asombrosa ante los buceadores que solo puede explicarse por la terminante prohibición de la pesca submarina.

La claridad del agua, factor esencial para la exploración submarina, varía en gran manera dependiendo de la estación, es escasa desde el final de diciembre a febrero y desde final de junio hasta mediados de agosto. De todas maneras, cuanto más nos alejemos de la costa mejores condiciones encontraremos para el buceo.

Las mejores inmersiones de cada isla

Mahe

North Point, donde encontraremos los restos de un gran petrolero que sirven de refugio y guarida a una innumerable y variopinta cantidad de peces. Las islitas de Ste Anne, Cerf, Longue, que conforman el Parque Nacional Marino de Ste. Anne, es una visita obligada para el aficionado antes de lanzarse a inmersiones mas comprometidas.Praslin

Un corto vuelo de 15 minutos, admirando el fantástico paisaje aéreo de las islas, o una relajante travesía de dos horas son suficientes para llegar a Praslin, segunda isla del archipiélago tanto en tamaño como en población. Su aspecto es más delicado y dulce que Mahe, tiene una belleza muy particular, menos salvaje y agresiva, pero mucho mas profunda y relajante.


Bucea en las Islas Seychelles


Debe ser visitada con calma, sin prisa, recorriendo a pie el incomparable Valle de Mai, donde encontraremos, además del coco de mar, raras especies de plantas y aves en peligro de extinción. Es un lugar fantástico lleno de cascadas, arroyos y flores, cuya visita necesita mucho más de las dos horas que dedican los circuitos turísticos para apreciarlo en toda su grandiosidad.
En la parte occidental de Praslin surgen dos isletas gemelas, Cousin y Cousine, verdaderos santuarios de la naturaleza, donde viven miles y miles de aves totalmente protegidas. Pese a las restricciones y dificultades para visitarlas, merece la pena llegar hasta ellas.

En torno a Praslin se pueden realizar algunas de las inmersiones mejores que podamos imaginar. Como son las del Roche Canal, cerca de La Digue, Shark Rock o Alligator Rock en dirección a Mahe, otra zona excelente de buceo es Roche Ave Marie, arrumbando a la isla de Aride.

En todos estos lugares, muy separados de la costa, se producen fuertes corrientes de marea capaces de alcanzar los 5 nudos de intensidad, por lo que es indispensable planear minuciosamente la inmersión y tomar las precauciones necesarias. Tomadas las medidas pertinentes las inmersiones serán grandiosas, no sólo por la belleza de los fondos, si no también por la cantidad y variedad de formas de vida que encontraremos. Hallaremos tal cantidad de peces que el carrusel multicolor que veremos nadando a nuestro alrededor puede llegar a aturdirnos. Los cardúmenes de grandes carángidos y bonitos formados por cientos de individuos son la nota característica de estas inmersiones, además de los encuentros con tortugas marinas, grandes rayas, y diversas especies de escualos.


Una de las aves más representativas


La Digue

Situada al sudeste de Praslin a tan sólo una hora y media de navegación, es otra de las joyas de este fantástico archipiélago.

Las zonas de Grand Anse, Petite Anse, Anse Cocos no debemos dejar de visitarlas si queremos hallar paisajes totalmente salvajes e incólumes al paso del hombre.

Bird

Si nuestra visita a Seychelles coincide con los meses que van de junio a agosto, debemos intentar llegar a Bird, otra pequeña isla situada en el mismo borde de la plataforma insular, donde la profundidad cae en picado hasta alcanzar los 3.000 metros.

Su formación típicamente coralina le confiere un aspecto totalmente diferente al de sus hermanas. Pequeña, rasa, pobre en vegetación. ¿Cuál puede ser su atractivo? ¿En dónde radica su interés si tenemos que realizar un largo viaje por mar o un costoso vuelo para llegar a ella?


Adéntrate en paisajes subacuáticos


Dos son las respuestas para realizar el viaje:

a)
Si somos amantes del mar, encontraremos un sitio inigualable para saciar nuestra pasión. Las aguas que rodean este portaaviones natural y el arrecife coralino que lo circunda es un magnífico y claro exponente de la fauna Indo Pacífica.

Las enormes profundidades que rodean Bird hacen factibles los encuentros con las grandes criaturas de mar abierto. Tiburones martillo, tigre, mako, son atraídos hasta aquí por la vida que condensa el arrecife de coral. Lejos de cualquier fuente contaminante, la claridad y limpieza del agua alcanza un grado insuperable, además de notarse, por la perfecta conservación del ecosistema coralino, que todavía no ha llegado la destructiva mano del hombre.

b) La otra respuesta está relacionada con su nombre y es la masiva presencia, para los que somos amantes de las aves y durante los meses de verano, de aves marinas que llegan cada año a este solitario paraje para anidar.

Durante esta época del año la población de aves del pequeño islote aumenta más que considerablemente, llegando a alcanzar los dos millones de individuos. Es un espectáculo grandioso y ensordecedor que nos dejará literalmente atónitos. El fragor de los agudos graznidos, de cardenales, fragatas y charranes que se concentran por decenas en escasos metros de terreno protegiendo sus puestas o alimentando su nidada, es irresistible.


Buceo en las islas Seychelles


Al atardecer, cuando miles de aves, cansadas de su jornada de pesca en alta mar, vuelven a la isla para pasar la noche tiñen literalmente el cielo de negro, ocultando los últimos rayos del sol que se hunde en el horizonte.

En un bello atardecer como éste levaremos anclas, muy a pesar nuestro, y tendremos que dar el ultimo adiós a un verdadero paraíso.