Una ruta a caballo siempre es emocionante, pero más emocionante puede ser una excursión que dure más de unas horas o un día. Realizar varias etapas de un recorrido que cuenta con un atractivo singular es una excelente oportunidad para descubrir un nuevo hobby, si es que aún no lo tenías, o si ya eres un experto jinete, disfrutar de lo que más te gusta.
Para realizar el Camino de Santiago a caballo no tienes que preocuparte por nada más que por preparar bien el equipo y definirte las etapas. Una vez que comiences el recorrido lo único que tendrás que hacer será dejarte llevar. Cualquier caballo puede estar capacitado para la excursión, eso sí, tiene que estar sano, bien domado y bien herrado.
¿Qué necesito llevarme para hacer el Camino de Santiago?
Una vez que te decidas por preparar la maleta has de saber que no solo tienes que preparar la tuya, sino que también tienes que tener en cuenta que el animal necesita unos cuidados de los que no puede prescindir, como el montaje, los accesorios de limpieza de cascos y cepillado, recipientes para que pueda comer y beber, alquitranes para los cascos, manta impermeable, etc.
Por su parte, no puedes olvidarte accesorios igualmente importantes para ti como por ejemplo un chaleco reflectante, casco, ropa de montar, protección para el sol o la lluvia (dependiendo de la época del año), impermeable, guantes, etc.
Cuando ya hayas elegido el camino por el que irás y ya estés subido a lomos del caballo es recomendable que no hagas etapas de muy largo recorrido, pues no es bueno ni para ti ni para el animal. Asimismo tendréis que realizar varias paradas en cada etapa, de este modo descansaréis todos y el camino será más llevadero.
Son muchas las hípicas que organizan salidas con las que podrás disfrutar de un recorrido turístico de una características inigualables e incluso no tendrás que preocuparte por el cuidado de los caballos, ya que correrán a cargo de los miembros de la empresa.
Una opción muy completa: deporte, naturaleza e historia
Unir el ejercicio físico con la naturaleza es una excelente opción para desconectar durante unos días y poder conectar con las raíces, no solo religiosas, sino también históricas de toda Europa, pues durante muchos siglos se lleva a cabo esta actividad.
El Camino Francés es que está mejor acondicionado para llevar a cabo la excursión a caballo, pero es necesario que prestes especial atención al resto de peregrinos, pues el camino no es exclusivo para jinetes. Puedes encontrarte a personas de todo el mundo que se dirijan a la Catedral de Santiago de Compostela a pie, en bicicleta, lleven familias, lleven perros, etc.
¿Contratiempos?
Por último, pero no por ello menos importante, debes tener claro que no puedes fijarte un número de kilómetros por día, pues nunca se sabe si puede haber un contratiempo o no: cambios en el clima, albergues sin plazas, etc. Es mejor que vivas el momento, sin prisas pero sin pausas y disfrutando de cada minuto que estés a lomo de un caballo viendo paisajes alucinantes y formando parte de la historia.
El Camino de Santiago es toda una experiencia que no puedes perderte y es ideal para realizarla con amigos, familiares o incluso para team building dentro de la empresa. Se convertirá, sin lugar a dudas, en una satisfacción personal, pues es una de las cosas que tienes que hacer en la vida. No lo pienses más y enfunda la montura a tu caballo.