La escalada es un deporte de superación en el que se puede encontrar una amplia variedad de modalidades: escalada deportiva, escalada clásica y, ¿por qué no? Escalada en hielo. ¿Cómo se escala en hielo? Evidentemente, a parte del material que se usa para la actividad normalmente, son necesarios otro tipo de herramientas. Vamos a descubrir cuáles.
Para practicar escalada en hielo necesitas tener experiencia previa en cualquier otro tipo de escalada, pues cuenta con dificultad y si no estás familiarizado con los materiales y técnicas te será casi imposible avanzar. Además se necesita un equipamiento especial como piolets que llevarás en las manos y clavarás en el hielo para ayudarte en el ascenso y crampones, utilizados en la suela de la bota que te asegurarán una mayor fijación.
Puedes encontrar varios tipos de pared, las que poseen nieve blanda y las que son hielo puro. Lo preferido por los escaladores profesionales o con gran experiencia son las cascadas heladas, pero hay gran variedad y con cada una puedes encontrar diferentes técnicas durante el ascenso y posterior descenso.
Equipamiento
Es muy importante que vayas con todo el material necesario, tanto personal como de seguridad. Por lo tanto lo primordial a tener en cuenta es ir bien abrigado y con ropa impermeable y transpirable, pues el frío y la humedad en la montaña son malos compañeros. En cuanto a los elementos imprescindibles tienes que tener en cuenta: las botas, los crampones, los piolets y las garlochas (impermeables que tapan la junta entre pantalones y botas).
En cuanto a los elementos de seguridad que no puedes olvidar tenemos las cuerdas (recuerda que tienen que ser especiales para nieve), los clavos, las estacas y los anclajes para roca (pues puedes encontrarte con zonas rocosas durante el ascenso). Ni qué decir tiene que hay que acordarse de las cintas, los moquetones, arnés, disipadores, elementos de bloqueo y descensores.
Otro de los consejos que has de tener en cuenta es que quien va abriendo la vía tiene que tener la suficiente experiencia como para realizar tal acto. Asimismo, es recomendable que conozca la zona en la que se va a realizar la salida, así podrá facilitarle al resto las instrucciones necesarias para que el desarrollo de la actividad se lleve con total normalidad.
Son importantes las reuniones que nos asegurarán cuando lleguemos al final de la vía y se desmontarán al finalizar la actividad. Como estamos escalando en hielo, tenemos que tener en cuenta que los tornillos han de estar bastante separados unos de otros ¿por qué? Porque el hielo, en caso de rotura, suele hacerlo en bloques.
Para realizarlas habrá que colocar un seguro (mientras tanto nos aseguraremos a los piolets) y una vez colocado nos aseguraremos a él. Lo ideal es realizar un triángulo, bien con tres tornillos o bien con dos y un piolet. Si la pared es mixta (hielo + roca) mucho mejor para realizar ahí la reunión, pero eso sí, tendremos que utilizar tornillos de roca. Otro buen punto de apoyo sería el de alguna repisa que encontremos en el hielo, tomando la precaución de que el mosquetón no se encuentre muy al borde.
Una vez finalizada la reunión aseguraremos al compañero mediante un nudo dinámico (nunca estático, pues podría resultar peligroso). Cuando vayamos a realizar el siguiente largo y fuera ya de la reunión, lo principal es colocar otro seguro y así evitaremos posibles caídas. Para ello lo mejor es una cuerda disipadora.
Con estas recomendaciones, preparación y la ayuda de compañeros que hayan hecho cursos de escalada o sean expertos en la materia, estaremos listos para una jornada de escalada en hielo.