Las competiciones en el biatlón han sufrido numerosas transformaciones en lo que a reglamentación se refiere. Es la modalidad de los deportes de invierno que más ha evolucionado en los últimos años, introduciendo pruebas cada vez más espectaculares en los calendarios de la Copa del Mundo y de los Campeonatos del Mundo.
A continuación, vamos a describir en qué consiste cada una de estas pruebas.
Prueba individual
Ésta es la competición más antigua del biatlón y también la más larga, en lo que a kilómetros se refiere. Los competidores salen cada treinta segundos de manera individual y deben completar una distancia de 20 kilómetros, en categoría masculina, y 15 en la femenina. Durante el recorrido, realizan 20 tiros distribuidos en cuatro series, dos en posición tumbada (la primera serie de tiros y la tercera) y dos en posición de pie (la segunda y la cuarta serie).
Prueba individual
La distancia desde el punto de fuego hasta las dianas es de 50 m, para todas las competiciones, y el diámetro de las dianas es de 45 mm para la posición tumbada (de menor dificultad técnica), y de 115 mm para la posición de pie. El peso aproximado de la carabina es de 3,5 kilogramos.
La penalización por cada diana fallada es de un minuto, que será añadido automáticamente al tiempo de competición del biatleta. Normalmente, es en esta competición donde se producen las mayores diferencias de tiempo entre los primeros y los últimos clasificados. Hay que tener en cuenta que un minuto de penalización por tiro fallado supone mucho esfuerzo por parte del esquiador, para recuperar ese tiempo.
Prueba sprint
Al igual que la competición anterior, la salida es individual y el intervalo de tiempo entre cada corredor es de 30 segundos. En categoría masculina, la distancia a cubrir es de 10 km, mientras que en la categoría femenina son 7,5 kilómetros.
Cada competidor debe realizar dos series de tiros (la primera serie en posición tumbada y la segunda en posición de pie). La primera serie se encuentra aproximadamente en el kilómetro 3 y la segunda en el kilómetro 7, en la prueba masculina. En la femenina, las series de tiros se producen en los kilómetros 2,5 y 5.
La penalización en esta prueba por cada diana fallada consiste en realizar una vuelta a un bucle de 150 m, situado al lado del campo de tiro, en el que los esquiadores invierten un tiempo aproximado de 23 segundos. Ésta es una de las pruebas más emocionantes y más rápidas del calendario.
Prueba de relevos
Cada equipo de relevos está formado por cuatro biatletas, cada uno de los cuales debe realizar un recorrido de 7,5 km. Al igual que en la prueba sprint, hay dos series de tiros para cada corredor y la penalización por diana fallada es la misma, es decir, una vuelta al bucle de penalización. El equipo completa un recorrido de 30 km, y realiza 8 series de tiros.
La salida es en masa; los primeros relevistas de cada equipo salen a la vez y para realizar el cambio de relevo basta con dar un pequeño golpe en la espalda al siguiente relevista, en la zona de cambio (cercana a la meta).
La diferencia más importante, con respecto a las pruebas individuales, es que cada competidor dispone de ocho balines para abatir las cinco dianas de cada serie. Una vez disparados los cinco balines del cargador, deben introducir los balines restantes de forma manual y de uno en uno, con lo que el tiempo perdido aumenta.
Prueba persecución
Se trata de una competición nueva, introducida por la IBU en la temporada 1996-1997 en el programa de la Copa del Mundo y Campeonatos del Mundo. La característica más importante es la espectacularidad y la emoción de la misma, ya que durante el transcurso de la prueba se sabe en todo momento quién es el líder.
La salida es individual y se realiza en función de los resultados de la prueba sprint. En la Copa del Mundo, salen los 60 mejores corredores de la prueba sprint, con una diferencia de tiempo igual a la que se produjo en esta prueba y en el mismo orden en el que concluyó; es decir, el mejor de la distancia sprint sale en primer lugar, el segundo en segundo lugar y con una diferencia de tiempo similar a la que consiguió el primero y así, sucesivamente, hasta que salgan los 60 mejores. En los Campeonatos del Mundo, salen los 45 mejores clasificados de la distancia sprint.
En la categoría masculina se deben cubrir 12,5 km; mientras que en la femenina, el circuito que deben completar es de 10 kilómetros.
Todos los biatletas deben realizar cuatro series de tiros: las dos primeras en posición tumbada y las dos últimas en posición de pie. La penalización es igual que para la distancia sprint, es decir, una vuelta al bucle de penalización situado al lado del campo de tiro. La IBU ha presentado esta competición para que sea incluida en el programa de los Juegos Olímpicos de Salt Lake City, en el año 2002.
Salida en masa
La característica principal de esta competición es que todos los competidores salen a la vez. En la Copa del Mundo, salen los 27 mejores clasificados en la misma; mientras que en el Campeonato del Mundo, hay que incluir también a los tres medallistas de las pruebas individuales de sprint y persecución.
Las distancias y series de tiros son similares a las de la prueba persecución, con la particularidad de que, en cada serie, los biathletas disponen de ocho balines para abatir las cinco dianas (situación similar a la de la prueba de relevos).
Al igual que en la persecución, el espectador sabe en todo momento quién es el líder de la prueba y no hay que esperar al término de la misma para saber quién es el vencedor o la vencedora.
