Hace unos meses tuvimos la oportunidad de hacer una entrevista a Edurne Pasaban donde nos contaba lo feliz que se sentía pudiendo vivir de su gran afición: la escalada. El Shisha Pangma fue el pico que se le resistió durante la última expedición pero esta vasca es una mujer de armas tomar, con las ideas muy claras y con ganas de superar todos los retos que se interponen en su camino. Por este motivo regresará de nuevo al Himalaya y tratará de volver a casa con la satisfacción de dejar los deberes bien hechos.
Cuando pensó en hacer los 14 ochomiles eligió un buen equipo, puesto que está claro que ella no podría hacerlo sola. Pasaron los años y los ochomiles fueron abriéndose a su paso, gracias al esfuerzo y la preparación que para estos deportistas conlleva.
Después de la última ocasión en la que tuvo que volver a retirarse por los fuertes vientos está con las pilas muy cargadas y sabe que ahora es el momento de continuar. Esta mañana afirmaba en Los Desayunos de TVE que "ahora no hay que tirar la toalla" y es que la escaladora ya se ha recuperado de aquel otoño de 2009 en el que tuvo que decir adiós (temporalmente) al sueño de alcanzar su décimo tercer ochomil.
Marzo y abril son los meses escogidos para lanzarse a la aventura y, aunque Edurne sabe que el comienzo puede ser duro al no haber despedido aún al invierno, cree que es el momento de viajar a China y superar ese reto que tantos disgustos le ha ocasionado. Esta vez la ruta de escalada será por la cara norte, al igual que el ascenso al Annapurna, previsto para los meses de abril y mayo. ¿Conseguirá cumplir su sueño? Desde aquí la deseamos toda la suerte que necesita para que así sea.
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