No se sabe muy bien por qué pero no se volvió a tener noticias de esta práctica hasta la década de los años 50 del siglo pasado, cuando pioneras como la famosísima Linda Benson, quien a sus 11 años se subió por primera vez a una tabla de surf, o la admirada Rell Sunn, hicieron historia.
Por aquella época el surf era un deporte en su gran mayoría de hombres, quienes no creían que una mujer fuera capaz de surfear grandes olas, de tener aguante para llegar al pico o de mantener el equilibrio en aquellas grandes tablas de madera que había en la época.
Afortunadamente son cada vez más las chicas que quieren y pueden iniciarse en el surf.
Aquí podemos ver el tráiler del documental The Women and the Waves (Heather Hudson, 2009) en el que se ve cómo las mujeres se fueron introduciendo en el surf:
Poco a poco las mujeres fueron abriéndose paso y ganando posición y respeto, comenzando a ser más valoradas como deportistas. Pero eso sí, tras tanto esfuerzo llegó para ellas el mundo de la competición y de los grandes patrocinadores, quienes parece se centran más en el buen físico de las surfistas que en las olas que cogen o los trucos que son capaces de llegar a hacer.
¿Por qué en los anuncios de surf ellos salen surfeando y ellas posando?
Las surfistas son mucho más que una imagen en ropa interior y, como es obvio, se juegan en muchas ocasiones el tipo dentro del agua, al igual que ellos. Entonces, ¿resulta ser el mundo del surf un escenario sexista?
Está claro que no hay nada malo en que las deportistas decidan posar mostrando su cuerpo para los medios que ellas decidan. Lo que sí sorprende es que los propios patrocinadores sean los que las muestran así en lugar de enseñar sus logros deportivos.
El del surf es un mundo en el que están muy presentes los valores y unas reglas no escritas de comportamiento, como el respeto a la naturaleza, el compañerismo, el trabajo o el esfuerzo de superación. Son valores que, dado este enfoque que vemos en internet, prensa y televisión, parece que todo es mucho más superficial, que sólo importa tener un cuerpo bonito y poco más.
Recordemos el polémico anuncio de la promoción del Campeonato de Surf Femenino en Biarritz en 2013, en el que ni siquiera vemos la cara de la surfista Stephanie Gilmore:
Tanto es así que incluso se parodió el spot, dejando ver lo ridículo que quedaría si el protagonista del mismo hubiese sido un hombre:
Y ni qué decir tiene el importe de los premios en los grandes campeonatos, donde la cantidad de dinero es superior para los ganadores que para las ganadoras, donde hay elección en las condiciones para las mangas de ambos...
Está claro que la apariencia es algo que vende pero, ¿hasta qué punto compensa que el surf sea dado a conocer a la masa gracias a esta técnica?
¿Y tú? ¿Qué opinas al respecto?