En 1991 sucedió una tragedia que no sólo conmovió a todos los españoles sino que hizo que Irene Villa volviera a nacer. Esta periodista, psicóloga y deportista nos cuenta cómo ha superado aquel fatídico día y cómo se ha hecho un hueco tanto en medios de comunicación como en el mundo del esquí adaptado.
En definitiva, una mujer valiente que ha sabido adaptarse a las circunstancias y que cuenta con proyectos de futuro que se sumarán a todo lo que lleva logrado hasta el momento.
Yumping.- Licenciada en Comunicación Audiovisual has trabajado como periodista tanto en presa escrita como en radio. Aún hoy sigues haciéndolo. Dinos, ¿fue esa siempre tu vocación?
Irene Villa.- Poco antes de empezar la carrera dije que quería estudiar derecho para endurecer las penas, me dijeron que eso lo hacían los políticos, pero nunca me gustó la política así que decidí que desde un micrófono también se puede influir socialmente e incluso en la vida política.
Y.- Pero por otra parte, eres psicóloga e impartes clases en el instituto sobre valores. ¿Qué es lo que más llena tu vida entre tanta profesión?
I.V.- Ayudar a los demás, mi familia y hacer deporte es sin duda lo que más me llena. Por ello hablando a los jóvenes es cuando me siento verdaderamente útil. Es reconfortante ver sus caras de asombro cuando les digo que perdoné a los que nos pusieron una bomba y escuchar sus preguntas y comentarios me asombra y en muchos casos me enorgullece.
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Y.- Tras el atentado que sufriste de forma colateral has seguido luchando y elaborándote tu propio destino, quitándote el cliché de víctima de ETA. Debido a la presión mediática, ¿te fue difícil?
I.V.- No, en un momento dije “se acabó” y los periodistas me respetaron, aunque siguen llamándome para preguntarme sobre terrorismo; luego lo que es difícil es que me permitan no opinar acerca de ello. Yo les digo que hay más víctimas a las que preguntar, pero es cierto que nuestra historia fue muy conocida y 20 años después del atentado seguimos estando ahí.
Y.- ¿Cuándo decidiste comenzar a esquiar? ¿Fueron duros los comienzos?
I.V.- La primera vez fue en 2005, pero quise dejarlo para siempre por lo mal que lo pasé. Después retomé en 2007 y ya directamente al Equipo de La Fundación También, con mucho miedo aún, pero con ganas de abrir el camino a otras mujeres con discapacidad que quisieran competir, ya que hasta la creación de este equipo, no existía categoría femenina en esquí en silla.
Y.- ¿Encontraste algún impedimento en el momento de iniciarte?
I.V.- La mente es nuestro mayor límite. Miraba aquella empinadas pendientes y lo único que quería era bajarme del monoski. Poco a poco fui perdiendo el miedo pero hizo falta mucha voluntad para seguir haciendo lo que en principio me aterraba y ahora se ha convertido en mi pasión. Gracias a haber superado aquel pánico paralizante a las pistas negras, ahora puedo disfrutar de la adrenalina que da esquiarlas.
Y.- ¿Consideras que el mundo del esquí sea muy competitivo?
I.V.- Todos los deportes lo son, quizás más los individuales, pero al haber creado el primer equipo del mundo de esquí adaptado, sentimos el respaldo de las compañeras y el trabajo en equipo que atenúa bastante esa competitividad que nunca me ha gustado.
Y.- En momentos en los que la vida nos juega alguna mala pasada en la que puede que se trunquen nuestros sueños o ilusiones, ¿hasta dónde crees que podemos llegar para no dejarnos vencer?
I.V.- Hasta donde cada uno quiera. No hay más límite que el que uno quiera ponerse.
Y.- ¿Qué es para ti el deporte?
I.V.- Calidad de vida, desahogo, disfrute, autoconfianza… Me siento fenomenal después de haber nadado por ejemplo, y tras una de las dobles sesiones en la nieve, soy feliz.
Y.- ¿Qué consejo le darías a alguien al que le gustaría iniciarse en deportes de nieve y que esté en una situación similar a la tuya?
I.V.- Que se lance a ello y no se deje llevar por el miedo que solo conduce a que nos perdamos muchas cosas maravillosas de la vida.
Y.- Has comenzado el año muy bien, pues conseguiste el oro en la Copa de España y VI Trofeo Santiveri. ¿Hasta dónde te gustaría llegar en el mundo del deporte?
I.V.- No soy demasiado ambiciosa ya que tengo otros muchos proyectos fuera de la nieve también, y por lo tanto no me puedo volcar como lo haría una paralímpica, pero me encantaría acabar con buenos tiempos todas las mangas que correremos en la Final de Copa de Europa el 16 y 17 de marzo en La Molina. Lo de ganar lo veo complicado porque el nivel europeo es mucho más alto que en nuestro país pero nunca pierde uno la esperanza.
Y.- Con dos libros en tu haber, estás embarcada en la redacción de una novela. ¿Para cuándo otro guión de cine?
I.V.- Tengo tantas cosas pendientes aún… tengo que ir paso a paso, primero acabar los proyectos editoriales que tengo entre manos y más adelante, el salto a un guión de cine que es lo que siempre me ha gustado, pero tiempo al tiempo.
Y.- Centras todas tus energías, no solo en seguir adelante y luchando cada día, involucrándote en nuevos proyectos, sino también ayudando a los demás. ¿Qué proyectos tienes en este ámbito?
I.V.- Tengo previsto un viaje a Guinea con la Fundación "Lo que de verdad Importa", también sigo yendo a ver a niños con enfermedades o discapacidades, especialmente amputaciones, charlas y eventos benéficos… Todo lo que podamos hacer por lo demás, será también beneficio propio.
Y.- ¿Dónde te ves dentro de diez años?
I.V.- En Madrid, siendo madre de familia.
Y.- ¿Tu mayor deseo?
I.V.- El fin del terrorismo. Prosperidad. Una familia feliz.
