Tenemos la suerte de contar con un paisaje envidiable en nuestro país, lleno de montañas, valles, mares, verdes bosques, prados y lagos interminables. Es por eso que la naturaleza nos hace un llamamiento a toda la familia para que la exploremos todos juntos y, además, que los más pequeños aprendan a disfrutar del mundo natural, conociendo cada rincón.
1. La Senda de Carretas - Hayedo de Tejera Negra (Guadalajara)
No se me ocurre un lugar más bonito en otoño que el Hayedo de Tejera Negra, en la Sierra Norte de Guadalajara. Caminar por aquí es como adentrarse en un ambiente mágico y de cuento.
Aunque se puede visitar en cualquier época del año, mi más sincera recomendación es que vayáis en temporada otoñal, cuando todo se tiñe de colores ocre y las hojas invaden el suelo formando una alfombra inmensa.
Aunque el Hayedo cuenta con diferentes rutas, la mejor para realizar en familia es la Senda de Carretas, un recorrido circular de 6 kilómetros. Se tarda unas 3 horas en realizar la ruta, dependiendo de las paradas. Podréis comprobar que todo el camino está muy bien señalizado y que esconde rincones llenos de encanto. Como alcarreña, todos los años me acerco a visitar este maravilloso entorno.
2. Ruta de las Caras - Buendía (Cuenca)
Nos trasladamos a la localidad de Buendía para regalarle a los pequeños de la casa una ruta que les fascinará desde el minuto uno. Con un recorrido de 2 kilómetros, la Ruta de las Caras alberga 19 esculturas integradas en la roca, que representan figuras míticas, budistas o cruces templarias, entre otras cosas.
Iréis caminando en torno al pantano de Buendía, por un extenso pinar. La ruta es circular y se tarda en recorrer aproximadamente 1 hora. Eso sí, seguro que os llevará más tiempo, porque querréis parar y haceros fotos con las inmensas esculturas rocosas de entre 1 y 6 metros de altura.
Os animamos a descubrir en familia todos los secretos escondidos en esta ruta, una de las más peculiares de España.
3. Ruta al Hoyazo de Níjar (Almería)
¿Te imaginas poder dar un paseo por dentro de un volcán apagado? En Almería es posible, y seguro que los peques de la casa se quedan tan asombrados como tú. Con esta ruta de senderismo volcánico accederemos al Hoyazo de Níjar, también llamado La Granatilla, donde se encuentran los restos de un volcán submarino.
Os esperan 2,5 kilómetros durante los cuales bajaréis a las profundidades de un cráter y podréis descubrir diferentes minerales, roca caliza, fósiles marinos y mucho más.
Aunque podéis hacer la excursión por vuestra cuenta, la opción perfecta para aprovechar al máximo esta experiencia volcánica es ir acompañados de expertos. Con GeoGata podréis realizar una ruta guiada por un geólogo experto en la zona.
De este modo, tanto pequeños como mayores, podréis descubrir la geología, la ornitología, la botánica, la meteorología e incluso la química del Hoyazo de Níjar, todo con juegos que GeoGata tiene preparados. ¡Totalmente recomendable!
4. Montaña Roja (Lanzarote)
La Montaña Roja, al sur de Lanzarote, se encuentra detrás de Playa Blanca y su ascenso es sencillo y entretenido para hacer en familia. El camino más corto para llegar a la cima es de 3 kilómetros, unos 40 minutos andando, y nos permite rodear el cráter. Una vez arriba, las vistas de Playa Blanca son inmejorables.
Desde aquí también podréis ver la isla de Fuerteventura y, durante el ascenso, encontraréis interesantes rocas volcánicas por el camino. ¿Sabías que desde la Montaña Roja ha habido supuestos avistamientos de ovnis?
Para los que prefieren contar con guías locales, os recomiendo las rutas organizadas de Aò! Experience, grandes profesionales que organizan numerosas rutas por la isla que no tienen desperdicio.
5. Nacimiento del Río Mundo (Albacete)
Hice esta ruta cuando tenía nueve años y aún la recuerdo como una de mis favoritas. Tenía que hacer un trabajo en el colegio sobre el Río Mundo y mis padres decidieron hacer una excursión para que pudiese escribir con fuentes primarias.
Así que, os puedo confirmar de primera mano que el recorrido es perfecto para hacer con niños y no os llevará más de 1 hora. Esta ruta circular de 2,2 kilómetros tiene un grado bajo de dificultad y se caracteriza por su frondoso bosque y por las impresionantes paredes de rocas que lo rodean.
Cuando lleguéis al mirador, tendréis una vista única de la Cueva de Los Chorros, donde nace el río Mundo. ¡Cuidado con los resbalones! Todo el camino está marcado y bien señalizado, pero si queréis contar con grandes profesionales, Mundo Aventura Riópar será vuestro mejor aliado para conocer el Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima.