Pero... cuando no hay nieve... ¿dejamos de practicar esquí? No tiene por qué, pues ¡podemos hacerlo! ¿Cómo? Realizando esquí sobre hierba.
Aunque en España hay muy poca gente que lo haya practicado es un deporte que tiene cierta relevancia en el norte y centro de Europa, sobre todo en Alemania y Austria, aunque también hay pruebas en Italia, Eslovaquia y Turquía.
Remontándonos en el tiempo la primera noticia que tenemos del esquí sobre hierba está localizada en Austria en 1893, donde se diseñó una especie de “esquí rodante” que no debió de tener mucho éxito. Pero en Alemania la cosa cambió, debido principalmente al apoyo del emperador Josef. En 1956 fue presentado en Stuttgart un prototipo con el que se podían bajar por las mismas pistas y trazados que se hacían en invierno sobre nieve. Este primer modelo no fue tomado muy en serio, pero su constructor no se desanimó y para 1963 había desarrollado unos 30 modelos dada la gran cantidad de cambios que se introdujeron. El esquí sobre hierba había nacido.
Pero no iba a ser fácil. En Alemania y el resto de Europa Central todavía se era muy escéptico respecto al nuevo deporte, llegando incluso a haber problemas con la federación germana, que no estaba de acuerdo con el uso del término “esquí”. Esto no importó a los aficionados que disfrutaban del esquí sobre hierba independientemente del nombre que quisieran darle otros.
Debido a reportajes televisivos se dio a conocer en Estados Unidos y Japón, en donde surgió una gran afición, con lo que en 1965 se organizó la primero prueba internacional en Owen Teck.
En 1970 se formó un comité para la organización de las pruebas de Copa de Europa. En 1976 se fundó la Federación Internacional de Esquí sobre Hierba y se organizaron los primeros Campeonatos del Mundo a los que siguieron los de 1981, 1983 y 1985. Pero fue también en 1985 cuando se produjo el gran cambio a nivel institucional. La FIS, tras largas discusiones, decidió hacerse cargo del esquí sobre hierba, organizando Campeonatos del Mundo en Nobeyama 1987 (Japón), Austria en 1989, Bursa 1991 (Turquía), Aciago 1993 (Italia), Kalnica 1995 (Eslovaquia) y Muestair 1997 (Suiza).
Para poder entender todo esto un poco mejor vamos a ver algunas de las características técnicas tanto de la pista como del material a utilizar en competición.
- Características de la pista
El portillón de salida estará acondicionado con moqueta en toda su longitud, con una zona lo más plana posible en la que situará el corredor y una rampa con una inclinación no mayor de 12%. Además tendrá reforzada la parte en donde se apoyan los bastones para conseguir el impulso adecuado.
Slalom
Se dispondrá de un desnivel de entre 60 y 120 m para poder adaptar el trazado a hombre y mujeres. La longitud de dicho trazado será de entre 250 y 500 m en donde se dispondrán al menos 30 puertas (45 como máximo).
Gigante
El desnivel será de entre 80 y 150 m. La distancia del trazado estará entre 400 y 750 m. El número de puertas dependerá del desnivel, calculándose por una fórmula adecuada y permitiendo 5 puertas de más o de menos. La distancia entre dos puertas sucesivas deberá ser de al menos 10 m. Esta prueba se disputará a dos mangas.
Super Gigante
Desnivel entre 100 y 180 m con una trazado de longitud entre 500 y 900 m. Al menos se colocarán 12 puertas (normalmente se pondrán bastantes más) siendo la distancia mínima entre ellas de 12 m.
Paralelo
En las pruebas en paralelo el desnivel deberá estar comprendido entre 40 y 60 m donde cada corredor tendrá que pasar por entre 10 y 20 puertas. Además muchos de estos trazados suelen tener un salto a mitad del recorrido.
- Material
Todos los modelos tienen como máximo una longitud de 80 cm y una altura de 12 cm. Aunque en competición no se podrá usar material no autorizado, al final de la competición se designará una zona en donde se podrán hacer pruebas de material, descalificando a aquellos que se salgan de la zona marcada.
El casco es obligatorio en todas las pruebas infantiles y juveniles. En la categoría general, hombres y mujeres, sólo es obligatorio en el Super-G, siendo opcional en el Slalom y el Gigante.
En el mantenimiento del esquí, debido a la necesidad de estar correctamente lubricado, se podrá utilizar cualquier sustancia siempre y cuando sea biodegradable y no contaminante, eso sí, la limpieza y el engrase de los esquís solo podrá hacerse en zonas específicamente preparadas para ello.
No debemos olvidar que como todo deporte incluido en la FIS se deben cumplir los procedimientos generales tanto por parte de los competidores en materia de publicidad y respeto a los técnicos designados por la federación organizadora, así como por parte de los técnicos de estar debidamente formados en los temas de reglamento y seguridad.