¿Sabes en qué consiste el Salto B.A.S.E.? Es un deporte extremo en el que el saltador se lanza desde lo alto de un edificio, una antena, un barranco o un puento y tras unos segundos en el aire, tiene que abrir el paracaídas.
Ricardo Navarro es un paracaidista que un buen día decidió ir más allá y se lanzó al vacío desde tan sólo unos metros de altura. Sin lugar a dudas es todo un experto en la materia, representando a España en el puesto número 7. En una entrevista para Yumping nos cuenta cómo empezó su carrera y cómo vive cada salto. ¿Quieres conocerlo tú también?
Yumping.- ¿Cómo te iniciaste en la práctica del Salto B.A.S.E.?
Ricardo Navarro.- Me inicié hace 3 años, después de sacarme el curso de paracaidismo deportivo y realizar unos cuantos saltos desde el avión. Más tarde decidí dar el primer paso desde un puente con el paracaídas de un amigo. Tiempo después me compré mi equipo de salto B.A.S.E. y desde entonces siempre ha sido un constante aprendizaje, ya que cada salto es un mundo…
Y.- ¿Llevas mucho en el mundo del paracaidismo?
R.N.- Pues la verdad es que no, desde mediados de 2007… Pero sí es cierto que en el año 2000 hice un salto tándem y entonces supe que ese era mi mundo…
Y.- Para poder dedicarte a esta modalidad de paracaidismo, previamente tienes que tener mucha experiencia como paracaidista. ¿Por qué decidiste dar un paso más allá?
R.N.- Sinceramente, porque ese era mi objetivo principal… Tengo más experiencia en salto B.A.S.E. que en paracaidismo deportivo, es decir, mi paso por el paracaidismo fue para coger nociones de manejo de campana, estabilidad en el aire, vuelo con traje de alas… Pero también tengo que decir que no es lo más adecuado -recomiendan tener entre 150 y 200 saltos de avión para iniciarte en este deporte- (risas).
Y.- ¿Qué sientes al practicar un salto en el que el suelo está tan cerca?
R.N.- Es difícil explicar lo que se siente, creo que en eso coincidiré con muchos más saltadores B.A.S.E. … es una sensación de libertad, velocidad, bienestar, todo depende de ti, de tus movimientos, decisiones…
Y.- El salto B.A.S.E. se puede practicar desde edificios, antenas, puentes o barrancos. ¿Desde dónde prefieres saltar?
R.N.- Buffff!!! Difícil pregunta… Pienso que de cualquier lugar que tenga suficiente altura, un buen aterrizaje y sobre todo realizarlo con buenos amigos con quien compartir sensaciones. Pero francamente, mi debilidad son las paredes, y sobre todo, la realización de nuevas aperturas, saltos nuevos donde mis amigos puedan disfrutar.
Y.- ¿Qué opina tu familia de que te dediques a este deporte?
R.N.- Al principio, lo más normal por el desconocimiento del tema, tenían un poco de miedo. Mi padre siempre que puede viene conmigo para estar más tranquilo (y porque le gusta también) y nos echa un cable con el rescate, es el soporte terrestre oficial de la AESBASE… (risas).
En cambio a mi mujer no le hace mucha gracia, lo respeta porque sabe que me apasiona pero no suele venir conmigo, aunque sí lo ha hecho alguna vez; sin ir más lejos en el Base Jump Extreme World Championship, pero sólo pudo ver dos saltos en directo, lo pasaba mal. Siempre que me voy a saltar, después de aterrizar la llamo…
Y.- ¿Crees que hay riesgo en su práctica?
R.N.- Sí existe cierto riesgo a comparación con otros deportes de aventura, pero tampoco es el que más… El número de accidentes/incidentes no es del todo bajo, pero pienso que con una técnica depurada, entrenamiento, haciendo las cosas bien y sin rizar el rizo se puede disminuir el riesgo. Pero eso sí, nunca bajar la guardia, el peligro está latente…
Y.- ¿Qué se necesita para ser campeón del mundo en salto B.A.S.E.?
R.N.- Campeón del mundo de salto base es un término muy discutible, sería una manera de llamar al que mejor ha realizado una serie de objetivos en una competición donde han participado una pequeña representación de saltadores. Es difícil denominarlo campeón del mundo (desde mi punto de vista) yo quedé séptimo pero no me considero el séptimo mejor del mundo ni mucho menos… Aún no es un deporte mayoritario y el tema de la competición ha empezado hace unos pocos años.
Uno de los mejores del mundo sería para mí un saltador/a completo, buen trackeador, buen volador de wingsuit, buen piloto de campana… En el caso del campeonato del Hotel Bali había que cumplir con unas condiciones, como destreza con la campana (cogerle rápido el tráfico correcto para acercarte a la diana), una buena posición de salto para evitar giros imprevistos… y por supuesto un pelín de suerte… (risas). Ese día yo no hice ni una diana, de 5 saltos en la competición en 4 me quedé a pocos metros, uno muy lejos y sólo hice un centro cuando salté en la final, ya fuera de competición… Es la ley de Murphy (risas) El año que viene si puedo participar estoy seguro de que no será lo mismo…
Y.- ¿Cuál es el sitio más difícil del que has tenido que saltar?
R.N.- Nunca he tenido que saltar… He saltado porque me ha apetecido en ese momento, pero sí recuerdo que el salto que más me impactó fue en la realización del primer salto desde un molino de viento de noche y con niebla… sin visibilidad. ¡Imagínate!
Y.- Al ser un deporte de riesgo su práctica está prohibida en muchos lugares. ¿Cómo ensayáis?
R.N.- Bueno aquí en España no hay una prohibición explícita sobre el salto base, sí que hay alguna normativa en determinados parques nacionales en la que se prohíbe el vuelo, tanto de parapente, paracaídas, globo… Por lo demás es un deporte que no está legislado de momento, pero existen muchos lugares donde saltar y disfrutar de ello.
Y.- Hemos visto que has realizado saltos nocturnos. ¿Qué diferencia encuentras con los diurnos?
R.N.- Tienen una dificultad añadida: la visión, evidentemente… No se disfruta del visual del salto de la misma manera, por mi parte, si he realizado saltos nocturnos ha sido para no llamar tanto la atención y pasar más desapercibido (risas)… Pero prefiero saltar de día.
Y.- ¿Practicas otros deportes de aventura?
R.N.- Si, desde muy pequeño siempre he estado relacionado con la montaña y la naturaleza: trekking, escalada, btt, barranquismo, submarinismo… ¿Kick Boxing no es deporte de aventura? (risas).
Y.- ¿Con qué no te atreverías nunca?
R.N.- Quizás con la espeleosub… Me da mucho respeto, no sé si sería capaz de hacer inmersiones en cuevas más allá de los cenotes…
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Y.- ¿Cuál es tu próximo gran reto?
R.N.- Estoy planeando realizar el Salto del Ángel (Venezuela), para mí un sueño. Y si lo consigo sería un gran premio personal: podría ser el primer catalán en realizarlo.
Y.- ¿Dónde te ves dentro de diez años?
R.N.- Con mi mujer, mis hijos, mis amigos y si la salud me lo permite seguiré saltando, volando, viajando…