En este mundo no se descansa y la creación de nuevas alternativas es un pozo sin fondo que no debes perder si quieres estar a la última y pasarlo bien. Con todos vosotros: el Snow Skate.
Una vez más, como tantas otras, nos tenemos que desplazar hasta los Estados Unidos para encontrar los orígenes de una nueva especialidad. En este caso se trata de la nueva sensación en el mundo de la nieve, más concretamente para la modalidad de Snowboarding. Hace algunas temporadas que el Snow Skate se creó en la “tierra de los sueños”, como complemento de los practicantes de Snowboard en los Skatepark.
De esta forma se compaginan dos alternativas muy semejantes en los parques específicos de Snowboard, al mismo tiempo que sirve para variar un poco la rutina. Con el monopatín de nieve se pueden realizar todos los trucos que se hacen con el de calle, con la dificultad que la nieve obliga a realizarlos con la máxima finura. En Europa se comenzó a ver hace un par de veranos en la estación de Tignes, situada en los Alpes franceses, donde también se compaginaba en los skatepark. A España ha llegado esta temporada y ya existe un buen número de aficionados al snowboard que lo incluyen en su mochila hacia el snowpark.
El Snow Skate está fabricado con una base rígida de plástico duro y consta, al igual que los monopatines, de una parte delantera llamada nose, y una parte trasera llamada tail. La superficie del mismo es una goma antideslizante que no incluye ningún tipo de anclaje o fijación, donde apoyas los pies libremente. Existen tres modelos de Snow Skate y se diferencian principalmente por su longitud:
- El más largo mide aproximadamente noventa y seis centímetros e incluye unas guías alargadas en la base para conducir o guiar la tabla sobre la nieve.
- El intermedio no llega a los noventa centímetros y también incluye las guías de dirección de la tabla.
- El más pequeño tiene una longitud que supera ligeramente los ochenta centímetros y al contrario que los dos más largos, no incluye guías en la base de la tabla.
La parte delantera, es más dura y tiene un poco más de longitud que la parte trasera. Gracias a esta peculiaridad se transmite con mayor facilidad el impulso necesario para realizar los trucos. Los monopatines varían ligeramente en sus durezas generales, es decir, el modelo más grande es más duro o rígido que el modelo más pequeño.
En la actualidad y además de haber sido las pioneras, las marcas americanas Premier y World Industries son quienes se encargan de realizar las labores de fabricar estos divertidos monopatines de nieve.
Para el mantenimiento de estos monopatines no hay que ser muy minucioso. Vigila con el tiempo la base del mismo si realizas muchos trucos de barandillas o en objetos similares. No tengas miedo porque se repara en la máquina de Snowboard y vuelve a ser el mismo.
El calzado recomendado es la bota de Snowboard, que garantiza una mayor seguridad del pie en todo momento. Con las zapatillas normales tienes más tacto al principio, pero puedes producirte alguna lesión inesperada. La ropa evidentemente depende del frío de cada uno y siempre debe ser cómoda para realizar los movimientos.
De momento se venden en algunas tiendas de Snowboard, pero al ser todo familia de los monopatines, es tan sólo cuestión de tiempo el ver también los Snow Skate en cualquier tienda especializada en Skate y Snowboard.
Se puede entender que la conducción del Snow Skate es muy similar al monopatín de calle, pero con la salvedad de ir sin ruedas en una superficie mucho más deslizante. Esto se traduce en una mayor técnica para realizar los trucos de una forma fina y sin brusquedades. Al no llevar cantos, tienes que adoptar una posición centrada en la tabla, cargando ligeramente el peso en la pierna delantera.
Pon especial atención en la posición para no desequilibrarte y perder la opción de realizar bien los trucos. El monopatín duro es más fácil de llevar, porque el plástico duro responde de forma directa y rápida a tus impulsos.