Si pensabas que el buceo es un deporte fascinante, qué pensarás cuando sepas que este deporte de aventura siempre da un paso más allá dándote la oportunidad de disfrutar del submarinismo pero en un entorno diferente a lo que te imaginas... Bajo el mismo hielo. 

Atractivos y sensaciones de una actividad extrema


A finales de otoño, con el descenso de las temperaturas, las cumbres de las montañas empiezan a cubrirse de blanca nieve, y sus ibones, nombre que reciben los lagos de la alta montaña, inician el ciclo anual de helar sus cristalinas aguas. Es el momento de pensar en preparar los equipos de buceo para vivir una de las sensaciones más espectaculares que nos depara el invierno: una inmersión bajo las entrañas de los ibones.

Buceando bajo el hielo


El buceo bajo hielo es un deporte extremo en un ambiente tremendamente hostil, que precisa de una preparación tanto técnica como física importante, pero como recompensa, la práctica de esta actividad nos aportará una vivencia única que inundará nuestro cuerpo de adrenalina.

Un mundo de contrastes visuales (luminosidad en el techo virtual de hielo y oscuridad en el fondo), de fauna aletargada (anfibios, peces, crustáceos, flora...etc.) y, en definitiva, un cúmulo de sensaciones nuevas nos aguardan en esta modalidad de inmersión. Son numerosos los factores que la sitúan al límite de las posibilidades humanas (hipotermia, altitud, esfuerzo físico, accidentes disbáricos por tratarse de buceo en altitud,...) pero que son fácilmente minimizados con información, una buena planificación y el material adecuado.

Una vez animados a sumergirnos en las gélidas aguas de alta montaña y bajo una capa de hielo cuyo grosor puede oscilar entre los 20 centímetros y el metro y medio, en función de la temperatura exterior e interior, altitud, etc., será interesante organizar concienzudamente la expedición, siguiendo unos pasos que no podemos omitir si queremos guardar un recuerdo inolvidable de este buceo.
 

Planificación avanzada

Información previa

Será primordial conocer de antemano y con la máxima certeza el estado de la meteorología de la zona. Para ello, consultaremos los partes meteorológicos y las noticias locales sobre los posibles cambios de tiempo, el día que tengamos pensado tener nuestra cita bajo el hielo. Un buen conocimiento del tiempo en alta montaña será básico para el éxito de nuestra aventura.  Anularemos el buceo si existe riesgo de aludes, temperatura muy baja, capa de hielo muy espesa, posibles tormentas, copiosas nevadas, etc.

También nos encargaremos de conocer la altitud exacta y la presión atmosférica para calcular la descomprensión si en algún momento es necesario. Para ello utilizaremos las tablas y los ordenadores. 

Buceo guiado

Algo muy importante a tener en cuenta es que solo realizaremos el buceo bajo hielo si vamos acompañados por instructores titulados o reconocidos para realizar esta especialidad, ya que nos proporcionará garantía y seguridad en nuestra inmersión. Los instructores de hielo están capacitados para analizar las condiciones de la capa de hielo bajo el lago, algo que es fundamental para guiarnos con seguridad en el agua y para hacer frente a cualquier eventualidad que pueda degenerar en incidente o accidente. Es desaconsejable plenamente el intentar bucear por nuestra cuenta sin contar con la ayuda de expertos en esta modalidad.

Se caracteriza por conocer de antemano y con la máxima certeza, el estado de la meteorología en la zona. Consultaremos los partes meteorológicos y las noticias locales sobre los cambios de tiempo posibles el día de nuestra cita bajo el hielo. Un buen conocimiento del tiempo en alta montaña será básico para el éxito de nuestra aventura.

Entrada triangular


Procedimientos y preparativos "in situ" previos al momento de la inmersión

Estudio "in situ" de la capa de hielo del ibón

Se analiza el espesor de la capa de hielo del lago para saber la resistencia y presión de aguante que tendrá. Con espesores livianos, alrededor de los 5 centímetros, se aconseja entrar por las orillas (menos susceptibles a helarse). Espesores cercanos a los 10 centímetros, nos obligarán a prestar mucha atención a la temperatura exterior (si es bajo cero será óptimo el aguante del hielo, pero si está por encima, puede dañarse la capa superficial. Los espesores alrededor de 20 centímetros son los ideales para la práctica del buceo e instalación del material y equipo humano cerca del agujero. Es conveniente asegurar con un cabo al encargado de realizar el agujero.

Fijación de una cuerda de seguridad

Siempre ataremos una cuerda cerca de la orilla en un árbol, roca, etc. Si no es posible, se fijará con un par de clavos de hielo alejados del punto de inmersión. Esta cuerda servirá para la aproximación al punto donde se hará el agujero de entrada y también para ayudar a salir a los buceadores hacia la orilla, además de ser un punto dónde asegurar un carrete de seguridad.

Submarinista debajo del hielo


Realización del agujero de entrada y salida

Lo realizaremos de forma triangular o rectangular, pero nunca cuadrado o redondo. La razón es que los dos primeros facilitan la entrada y salida del agujero en sí, debido a que los buzos pueden apoyarse mejor en los lados. Según el espesor, el agujero se realizará con un serrucho adecuado (si la capa de hielo es fina) o una sierra mecánica (si es de un grosor considerable).

Formación de equipos

Se aconseja bucear un total de tres buceadores como máximo y un buceador en superficie que será el que tenga el carrete de hilo donde irán sujetos los buceadores en inmersión. Además existirá otro grupo de buzos preparados para intervenir frente a cualquier contratiempo que indique el buceador de superficie, ya que es el único que tiene contacto por medio de señales con los buzos en inmersión.

Creación de un círculo de seguridad

Será de unos 15 metros alejados del centro del agujero. Es una distancia de seguridad para que el manto de hielo no soporte mucho peso, con el consiguiente peligro de agrietarse o romperse. Todos los buzos que estén sobre la capa de hielo, deberán estar completamente vestidos con el traje ante una eventual rotura del hielo.

Entrada rectangular


El equipo y materiales

Botella con doble grifería y dos reguladores

Con cámara de alta aislada del exterior o estanca. Los reguladores de membrana compensada cumplen esta misión. Existen modelos en los que la cámara se rellena de una grasa especial cuya temperatura de congelación es inferior a la del agua, para evitar la congelación y el bloqueo del mecanismo. Con este tipo de reguladores evitaremos, casi siempre, la posibilidad de congelación del mecanismo interior debido a la temperatura del aire ambiental o el agua y que impida la inmersión al anular el buen funcionamiento del regulador, que podría quedar en flujo continuo. Recomendamos no respirar por el regulador fuera del agua para que no se vea afectado por la formación de hielo.

Trajes y guantes

Será necesario que los trajes estén completamente secos ya que la temperatura suele estar entre 1ºC y 3ºC, mientras que en el exterior suele ser de algunos grados bajo cero. Fundamental para evitar la hipotermia. Por ello, también resultará más que imprescindible que los guantes sean robustos, pero que no impidan el tacto o la sensibilidad, ya que tienen que permitir la movilidad y la circulación sanguínea en las manos y dedos. 

Buceador bajo el hielo


Cabo guía y carrete

Como hemos comentado, lo sostendrá el buzo de superficie, pero al cual iremos unidos con un mosquetón. Como es obvio, el agujero de entrada es el único de salida, por lo que estar unidos al cabo de superficie es obligatorio. Además, cada buceador llevará un carrete de unos 50 metros e irá unido al cabo principal, portado por el instructor-guía, con un mosquetón.

Ordenadores de buceo y focos submarinos 

Debemos pensar que vamos a realizar una inmersión en altitud por ello, los parámetros de nitrógeno residual (si nuestro cuerpo no se ha acostumbrado a esta altitud, por ejemplo llegando al punto de buceo con uno o varios días de antelación)obligarán  a contemplar este tipo de buceo como una inmersión sucesiva, por todo esto necesitaremos usar ordenadores de buceo. 

Los focos submarinos, los colocaremos normalmente debajo de la capa de hielo, y más si hay nieve en el exterior, la luminosidad se reduce enormemente y se hace necesaria la ayuda de fuentes de luz artificial. También podemos utilizar luces químicas para, al igual que en las nocturnas, señalizar la posición de los buceadores

El resto de materiales que forman el equipo son similares a los utilizados en buceo convencional o en mar abierto.

Fin de la inmersion

La inmersión


En ningún caso es aconsejable sobrepasar la media hora de inmersión. Tendrás que tener en cuenta siempre la profundidad alcanzada y la velocidad de ascenso, que rondará los 9 metros por minuto. En cualquiera de los casos, podemos realizar una parada de seguridad a tres metros (siempre será menor) calculando la equivalencia para la altitud a la que nos encontremos. Y, en ningún caso se podrá ascender considerablemente de cota de altitud después de una inmersión

Consejos para bucear bajo el hielo

  • Montar un paravientos para desvestirse, ya que nos ayudará a guardar el calor si sopla el viento en la zona.
  • Utilizar gafas de sol mientras permanezcamos en la superficie. Con ello evitaremos molestas conjuntivitis y daños a los ojos producidos por la gran reflexión de la nieve o hielo.