Sesión de Flyboard en Nazaré, Portugal 15 minutos

El flyboard es un deporte acuático de reciente cuño, por eso, es probable que muchos nos hayáis oído hablar de él todavía. Pero no os preocupéis, aquí estamos nosotros para explicaros en qué consiste uno de los mayores descubrimientos de los últimos años en cuanto a diversión se refiere.

Lo inventó un tal Franky Zapata en otoño de 2012 tras conseguir que el Instituto Nacional francés de la Propiedad Industrial le concediera una patente. A partir de ese momento, lo que suele ocurrir cuando alguien saca al mercado un nuevo producto: demandas de otras empresas afirmando que le habían robado la idea.

En cualquier caso, nada más salir a la venta, se celebró el primer Campeonato del Mundo de Flyboard en Doha (Qatar) y se fue generando una comunidad creciente en torno a esta disciplina deportiva. A día de hoy, es cada vez más habitual encontrarlo en centros o escuelas que ofrecen diferentes actividades en el agua.

Nazaré no es una excepción. Pero, también, hay casos en los que es mucho mejor hacerlo en unas localizaciones que en otras por diversas razones: véase el entorno que nos rodea, si en el mar o en un lago, la calidad del material y del equipo de profesionales de la empresa que lo lleva a cabo y otras cuestiones ajenas a la propia actividad, como, por ejemplo, los atractivos que ofrece una ciudad determinada.

Nazaré reúne todo eso y más, por eso mismo os traemos una sesión de flyboard que tiene una duración de 15 minutos, perfecta para establecer una primera toma de contacto y para iniciarse en este mundo. A lo largo de un cuarto de hora, os iréis haciendo poco a poco con el manejo de la tabla, aprenderéis a mantener el equilibrio e, incluso, a realizar algún movimiento arriesgado.

Nuestros monitores, con un extenso conocimiento en este campo, darán una clase teórica antes de comenzar, ideal para ir asimilando ciertos conceptos y supervisarán la actividad desde la moto de agua, necesaria para propulsar la tabla de flyboard. Por lo demás, tendréis que poneros un chaleco salvavidas y un casco de protección, dos elementos que refuerzan vuestra seguridad hasta límites insospechados.

Después, ¡llegó el momento de disfrutar por todo lo grande!